Las seis de la tarde en el Paseo de la Castellana. Cuando llego al número 43, la sede de ABENGOA, los trabajadores de INABENSA-Alcalá de Henares ya están aquí.
Unos cien compañeros ondean banderas de CCOO y UGT, hacen sonar silbatos y muestran pancartas: “ABENGOA, EMPRESARIO y BANCA, 395 FAMILIAS AL PARO”, “ABENGOA DEJA MORIR INABENSA SIENDO RENTABLE Y VIABLE”.
- ¿Tienes un silbato?
- Sí, toma. Tú eres de Alcalá.
- Sí, me he enterado y he venido.
- Toma una pegatina, que eres de los nuestros.
Hay tres niños, supongo que hijos de trabajadores. Una mujer les da la merienda.
El ambiente es bueno: Alegría combativa. Compañerismo. Unidad en los peores momentos, en aquellos en los que percibes que los cimientos de tu vida están amenazados, que tu medio de vida pende de una decisión ajena a tu empeño y dedicación al trabajo.
La gente pasa por el Paseo de la Castellana, miradas curiosas, pasos apresurados… Quizá piensen “esto no va conmigo”.
Explosión de alegría a la llegada de un autocar repleto de compañeros extremeños. Besos, abrazos, solidaridad. Chaquetas azules de faena, chalecos reflectantes de obra, muchas sonrisas, algunas lágrimas. Una sola voz, más de 150 gargantas.
Desde los ventanales de las oficinas de ABENGOA se deja ver fugazmente alguien que mira, furtivo y agazapado, al conjunto de trabajadores de INABENSA. Por la puerta salen pequeños grupos de trabajadores de ABENGOA, miran al suelo, no levantan la cabeza, se alejan veloces… Tal vez se digan “esto no va conmigo”.
Nuestra industria muere de hambre. La están dejando morir.
El Capital Productivo brilla por su ausencia. La industria se deslocaliza, se va donde los salarios y los derechos sean más precarios que aquí, por difícil que parezca. Vuela siguiendo la ley del mercado, la libertad de movimientos de capitales, el Tratado de Maastricht, el Tratado de Lisboa y los ladrones que los parieron.
El Capital Especulativo campa a sus anchas. Comprar barato y vender caro, para especular, para buscar el pelotazo…. De eso hay mucho, pero su mejor momento fue la burbuja inmobiliaria. Qué capacidad de hacerse rico sin dar golpe, para vivir de la estafa… Ah, disculpen, estafa no. Estafa sería si fuera ilegal, pero es legal, y aunque injusta, la llaman ley de la oferta y la demanda.
El crédito no fluye. Los bancos tienen que cubrir sus fracasos especulativos. Bueno, bien pensado, como los rescataron con dinero público, podríamos decir, que han convertido sus fracasos en nuestros fracasos. La banca y sus partidos serviles saben hacer bien eso de privatizar beneficios y colectivizar pérdidas.
Las grandes empresas, con las elecciones a las puertas, se apresuran a lanzar EREs de última hora. No sea que un nuevo gobierno ponga coto a la barbarie y deje de imperar la Ley de la Selva.
A las 19:00 caen las primeras gotas en el Paseo de la Castellana y hace algo de viento. Los compañeros mantienen las posiciones, sobra corazón, ganas, sed de soluciones, hambre de justicia.
La mujer y los tres niños se sitúan bajo el techado existente en la fachada del edificio de ABENGOA. No hay problema, llevan chaquetas, están bien. Hoy no hay cine, ni parque, hoy toca acompañar a papá y mamá porque quieren dejarnos sin trabajo. Hoy toca lucha de clases, esa que dicen que no existe, esa que vamos perdiendo.
En España no se respeta al trabajador, al productor de riqueza. Los diferentes gobiernos han apostado por aumentar los beneficios empresariales, diciendo creer que la economía la impulsan los beneficios de los empresarios, pensando que estos revertirán parte de los mismos en generar más puestos de trabajo. Por consiguiente, han legislado favoreciendo la “moderación salarial”, es decir, salarios miserables, el consumo se reduce y la capacidad de ahorro de las familias desaparece. A esto se le considera economía dirigida por los beneficios.
En países del norte de Europa, que no dejan de ser capitalistas, consideran que los salarios deben ser altos. Un alto nivel salarial reduce el beneficio empresarial, pero es compensado con el aumento del consumo. A esto se le considera economía dirigida por los salarios.
¿Cuál de los sistemas es más acertado? Ver los niveles de desempleo de unos países y otros nos da la respuesta.
El reto es recuperar derechos, subir los salarios y apostar por empresas estatales fuertes en los sectores estratégicos, para que los grandes beneficios reviertan en el país y no en una junta de accionistas.
La lluvia me aleja de mis pensamientos. Ahora cae fuerte. Los compañeros de INABENSA, al menos una buena parte de ellos, cruzan la calle y se colocan bajo el techado, junto a los niños. El ánimo sigue alto, a estas sonrisas no las arrastra la lluvia.
Camino hacia la boca de Metro de Rubén Darío. Tengo metidos en la cabeza los pitidos de los silbatos, las proclamas, los abrazos, las miradas cálidas y las indiferentes, “eres de los nuestros”… Esto tiene que cambiar, me digo bajando escaleras mecánicas… La llegada de los extremeños, las chaquetas de faena, los niños viviendo la unidad contra lo amargo… Llega el tren. Sí, estoy en el andén correcto. El sentido contrario al que nos trajo hasta aquí… Esto tiene que cambiar. Esto va a cambiar.
David Cobo . Coportavoz de Izquierda Unida Alcalá