La misma causa, según informa Renfe, está detrás del parón de los trenes y de retrasos de hasta 20 minutos desde primera hora de la mañana. La compañía ferroviaria no ha dado detalles precisos de cómo ha vuelto a poder robarse el mismo material, imprescindible para garantizar el fluido eléctrico de los convoyes, pero sí ha reconocido su efecto: durante al menos una hora las demoras han sido constantes y la acumulación de trenes repletos, también.
El boicot al servicio ferroviario por el robo de material se ha extendido en los últimos meses por toda España, y suele corresponder a grupos delictivos perfectamente organizados que llegan a robar centenares de metros de cable, generalmente por la noche, para su reventa clandestina en toda Europa.
En el caso de Alcalá, es el segundo ataque en apenas 24 horas, lo que también indica un problema de vigilancia. Y coincide con una miríada de denuncias constantes de los usuarios del servicio por retrasos cotidianos, especialmente en los CIVIS, sin causa aparente.